Se están convirtiendo las energías renovables provenientes del Sol (energía solar), del viento (energía eólica) y del agua (energía hidroeléctrica) en el nuevo petróleo de América Latina.
Se están adaptando a una forma de obtener energía más ecológicamente basado en energías obtenidas de fuentes naturales que son inagotables y, por lo tanto, conlleva dejar a un lado a los fósiles, que es lo objetivo y la finalidad a la que aspiran llegar. El propósito que se proponen alcanzar es el de duplicar este tipo de energías para el año 2030.
Esto tendrá beneficios para los habitantes de sus países ya que es una manera de asegurar un suministro más estable y que depende menos de los hidrocarburos. Por otro lado, también beneficiará a la población rural. Esto es debido a que estas energías son la manera de asegurarles un servicio eléctrico y estar comunicados con el resto del planeta, esto se puede conseguir con la instalación de paneles fotovoltaicos o por pequeños molinos eólicos.
Varios países de la región han estado trabajando en el incremento del uso de estas energías fomentando las inversiones, evaluando los recursos, pero todavía queda mucho que hacer en América Latina para acabar con el petróleo.
Este suceso debe ser aplaudido y tomado como ejemplo para el resto de las regiones, para lograr un mundo limpio.
Bibliografía
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/02/24/actualidad/1393255969_375893.html
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